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jueves, 25 de febrero de 2016

Yoga infantil

Existen diferentes caminos en el sendero del Yoga, cada uno de ellos ofrece beneficios significativos. 
Hatha Yoga: Es uno de los camino más físicos del Yoga, no solo por las asanas en si o el entrenamiento psicofísica, sino por la consciencia de la colocación del cuerpo y la respiración. Es conocido como “Yoga para la salud” ya que se centra en el bienestar físico pero sin omitir el beneficio interior. Indicado para niñ@s de seis años en adelante, además de la diversión en las posturas corporales, se les puede enseñar a conocer los músculos, las articulaciones, el sistema óseo, como la columna vertebral. Es recomendado cuando se busca rehabilitación después de lesiones leves, siempre y cuando se vea antes a un especialista que te confirme la posibilidad de practicar Yoga para mejorar la salud.
Además existen otros senderos diferentes, pasamos a describir brevemente algunos de los más conocidos, por sus beneficios. 
Kundalini Yoga = Yoga-energía:
Un camino espiritual, de aprendizaje físico como mental. Este sendero es de gran ayuda para desarrollar la atención y el enfoque. Con el Kundalini Yoga se puede trabajar la concentración, encaminando al niñ@ hacia la tranquilidad y el autocontrol, la autoestima y la sensibilidad, sin olvidar, que gracias a las posturas corporales, el trabajo físico y la diversión de mantener o lograr asanas para aumentar la habilidad mediante el juego.   
Ashtanga Yoga:
Este sendero está enfocado a niñ@s hiperactivos o con ansiedad. Es un sendero de mucha energía y activación física. Este camino marca las posturas corporales y los ejercicios muy dinámicos, que ofrece mucha diversión y ejercicio, llevándoles a sacar su potencial en el fortalecimiento de sus articulaciones y músculos.  
Vinyasa Yoga:
Enseña la coordinación del movimiento con la respiración, demostrándole al niñ@ que todo en el universo es un flujo constante. La enseñanza Vinyasa se enfoca en la respiración y el movimiento, la inhalación y la exhalación, alargar y encoger, estirar y flexionar… todo esto enseña al niñ@ a moverse al ritmo del universo. Cuando se hacen ejercicios en combinación con la respiración fluida y constante, se desarrolla la fortaleza y la flexibilización de músculos y articulaciones, todo su sistema respiratorio: la capacidad y la optimización de absorción del oxígeno en el organismo. Se sabe a ciencia cierta que el organismo necesita más oxígeno en actividad física que cuando está en reposo, y el cuerpo completo recibe una mejor oxigenación si se respira más profundo y consciente, además de mejorar la circulación y la presión arterial.
Siempre debemos tener presente que para iniciar a un niño en este maravilloso sendero, hay que encontrar el camino indicado, para que se sienta cómodo y disfrute del Yoga. Se debe consultar con su pediatra si es recomendado, así como contraindicaciones tales como cirugías recientes o lesiones. Siempre se debe buscar además instructores expertos cualificados para el desarrollo de las clases.

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