Existen diferentes caminos en el sendero del Yoga, cada uno de ellos
ofrece beneficios significativos.
Hatha Yoga: Es uno de los
camino más físicos del Yoga, no solo por las asanas en si o
el entrenamiento psicofísica, sino por la consciencia de la colocación del
cuerpo y la respiración. Es conocido como “Yoga para la
salud” ya que se centra en el bienestar físico pero sin omitir el beneficio interior.
Indicado para niñ@s de seis años en adelante, además de la
diversión en las posturas corporales, se les puede enseñar a conocer los
músculos, las articulaciones, el sistema óseo, como la columna vertebral. Es recomendado cuando se busca rehabilitación después de
lesiones leves, siempre y cuando se vea antes a un especialista que te
confirme la posibilidad de practicar Yoga para mejorar la salud.
Además existen otros senderos diferentes, pasamos a describir brevemente algunos de los más conocidos, por sus beneficios.
Kundalini Yoga = Yoga-energía:
Un
camino espiritual, de aprendizaje físico como mental. Este
sendero es de gran ayuda para desarrollar la atención y el enfoque. Con
el Kundalini Yoga se puede trabajar la concentración, encaminando al
niñ@ hacia la tranquilidad y el autocontrol, la autoestima y la sensibilidad,
sin olvidar, que gracias a las posturas corporales, el trabajo
físico y la diversión de mantener o lograr asanas para aumentar la
habilidad mediante el juego.
Ashtanga Yoga:
Este sendero está enfocado a niñ@s hiperactivos o con ansiedad.
Es un sendero de mucha energía y activación física. Este camino marca las posturas corporales y los ejercicios muy
dinámicos, que ofrece mucha diversión y ejercicio,
llevándoles a sacar su potencial en el fortalecimiento de sus
articulaciones y músculos.
Vinyasa Yoga:
Enseña la coordinación del movimiento con la respiración,
demostrándole al niñ@ que todo en el universo es un flujo constante. La
enseñanza Vinyasa se enfoca en la respiración y el movimiento, la
inhalación y la exhalación, alargar y encoger, estirar y flexionar… todo
esto enseña al niñ@ a moverse al ritmo del universo. Cuando se hacen
ejercicios en combinación con la respiración fluida y constante, se
desarrolla la fortaleza y la flexibilización de músculos y
articulaciones, todo su sistema respiratorio: la capacidad y la
optimización de absorción del oxígeno en el organismo. Se sabe a ciencia
cierta que el organismo necesita más oxígeno en actividad física que
cuando está en reposo, y el cuerpo completo recibe una mejor oxigenación
si se respira más profundo y consciente, además de mejorar la
circulación y la presión arterial.
Siempre debemos tener presente que para iniciar a un niño en este
maravilloso sendero, hay que encontrar el camino indicado, para que se sienta cómodo y disfrute del Yoga. Se debe consultar con
su pediatra si es recomendado, así como contraindicaciones tales como
cirugías recientes o lesiones. Siempre se debe buscar además
instructores expertos cualificados para el desarrollo de las clases.
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