El aprender a respirar adecuadamente y mantener fuerte
la musculatura son algunos de los muchos objetivos del Yoga. Se trata de un ejercicio ideal para las embarazadas. Según un estudio de la Universidad de Michigan (EE.UU.), el Yoga reduce los síntomas depresivos durante la gestación fruto del proceso hormonal que sufre la mujer durante esta etapa.
1. El Yoga mejora el estado de ánimo.
Para cualquier mujer es bueno, pero sobre todo si es madre primeriza. El
embarazo está lleno de dudas, tensiones y dolores que no había tenido
antes.
Muchos profesionales relacionados con el embarazo
coinciden en que un buen estado de ánimo es esencial.Para ello, es bueno recurrir a técnicas de relajación, saludables tanto para la madre como para el futuro niño. Gracias a las asanas (posturas) y
la meditación, la mujer desarrolla confianza y aprende a escucharse a
sí misma y los ritmos naturales de su cuerpo, lo que puede ser muy beneficioso en un momento de inestabilidad
emocional como puede ser el embarazo para algunas mujeres.
2. Aprender a respirar y fortalecer la musculatura ayudan a aliviar dolores.
Mantenerse en buena forma puede ayudar a conseguir un parto menos traumático. Practicar Yoga es beneficioso tanto emocional, como física y
mentalmente. Se busca el equilibrio interior para encontrar
tranquilidad.
Con la práctica de Yoga, corporalmente se ejercita la respiración y los músculos (tonificando los músculos de las caderas y la zona pelvica). El Yoga ayuda a aliviar los
dolores de la columna causados por el crecimiento del vientre. Muchos de los ejercicios son muy similares de las
clases pre-parto, y pueden ayudar durante el parto.
3. Una posición (asana), un beneficio.
La posición de loto (BaddhaKonasana).
Se trata de una postura
preparatoria para la sesión de Yog. Esta posición ayuda a relajar y descansar la parte
inferior de la espalda.
Consiste en sentarse con las piernas cruzadas,
la espalda recta y las manos apoyadas sobre las rodillas.
La posición del águila (Garusasana Arms). Consiste en estar sentada de
rodillas, con los brazos cruzados por delante de manera que el brazo
izquierdo esté por encima del derecho. Manteniendo las palmas juntas,
se levantan los codos y se estiran los dedos hacia el techo.
Esta postura mejora la
concentración y el sentido del equilibrio, y ayuda a calmar la ciática o dolor de espalda.
Viparita Karani. Se trata de tumbarse en el
suelo con la cadera lo más pegada posible a una pared, se estiran las piernas
hacia arriba. Se deben mantener un poco separadas.
Se trata de una posición con
poderosos efectos sobre la circulación y la presión sanguínea,
durante la gestación hay que ser precavidas al realizarla, pues estar con la barriga hacia arriba puede resultar algo incómodo.
La posición del bebé (Balasana). Consiste en imitar la posición fetal es una buena forma de relajarse. Tumbada boca abajo, flexionar la
pierna derecha, apoyando la rodilla de lado a la altura de la cadera.
Dejar la pierna izquierda extendida. El brazo derecho debe estar
flexionado, mientras que el izquierdo, debe estar debajo de la mejilla o
extendido al lado del tronco, apoyado en el suelo y con la palma de la
mano hacia arriba. El tronco debe estar levemente elevado y apoyado del
lado izquierdo, al igual que la mejilla.
La posición del gato. A cuatro patas, inspira mientras
se lleva la barbilla hacia el pecho, encorvando la espalda en forma de U,
y exhala arqueando la espalda mientras se sube la cabeza hacia el cielo.
Esta asana actúa liberando la columna vertebral del peso, la presión y
relajando la espalda.
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