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lunes, 1 de junio de 2015

La aromaterapia a lo largo de la historia

Entrada creada por Pepa Rubiales gerente de Imhotep Herbolario y Terapias Naturales, Instructora de Yoga Clásico, Instructora y Profesora de Yogaterapia.
La aromaterapia se practica con este nombre desde hace décadas. Un breve paseo a través de la historia, desde la prehistoria hasta nuestros días nos ayudará a entender en qué consiste.
Durante la prehistoria los seres humanos utilizaban las plantas no solo para comer, sino también para curar sus males y para realizar rituales religiosos. Así lo demuestran muchos yacimientos arqueológicos de la esta etapa de la historia, donde han encontrado diferentes restos de plantas medicinales.
Durante miles de años las plantas han sido el único y magnifico recurso que las diferentes culturas han elaborado y utilizado como remedios curativos y cosméticos.
El fuego y las maderas:
Con el descubrimiento del fuego llegaron otros poderes gracias al humo de las plantas. Los pueblos primitivos vieron cómo se producían diferentes efectos al inhalar el humo, los efectos iban desde la somnolencia, la felicidad, el enfado e incluso un efecto espiritual, dependiendo de la madera que se quemara. Con el humno expulsaban a los malos espíritus del cuerpo y devolvían la salud al enfermo.
En Europa no existían árboles de resina aromática, por lo tanto utilizaban hierbas como el romero o el tomillo para hacer inciensos.
India y el Ayurveda:
Las plantas constituyen la base de la medicina hindú. El Ayurveda emplea sustancias entre las que predominan las de origen vegetal, entre estas destacan la canela, el nardo, el jengibre, la mirra el cilantro y el sándalo.
El antiguo Egipto:
Los antiguos egipcios tenían grandes conocimientos médicos, en las plantas encontraban la materia prima para muchos de los remedios naturales que utilizaban.
Del reino vegetal creaban sus perfumes, con los cuales honraban a sus dioses y embalsamaban a sus muertos.
Para ellos la aromaterapia formabe parte de su vida cotidiana; estaba presente en los rituales, en la médicina y en la cosmética.
Mesopotamia:
En el reino de Babilonia también utilizaban sustancias de origen vegetal y aceites esenciales para el tratamiento de las enfermedades.
Entre las más de doscientas plantas utilizadas, había un gran número que también se empleaban en Egipto y más tarde en la medicina árabe.
China:
La antigua medicina china utilizaba diferentes remedios naturales a base de plantas, que junto a la acupuntura y una correcta alimentación constituía los fundamentos de lo que en nuestros días nos ha llegado como la medicina tradicional china.
La Grecia Clásica:
El famoso historiador Heródoto transcribió en el siglo V a.C., un sistema de destilación de la trementina y aportó información sobre diferentes perfumes y sustancias aromáticas.
Recogiendo la tradición egipcia, Hipócrates, "el padre de la medicina", utilizó en el siglo IV a. C. toda clase de plantas y drogas medicinales. Entre sus remedios prescribía vapores perfumados y ungüentos. Recomendaba los baños de aromaterapia, las técnicas de masajes y realizaba fumigaciones aromáticas para liberar a Atenas de plagas.
En la Antigua Grecia se creía firmemente que para tener una vida sana y tranquila era necesario darse baños de agua aromatizada, ya que las esencias tenían la capacidad de curar distintas dolencias.
Roma:
Galeno se inspiró en Hipócrates e influyó decisivamente en las generaciones siguientes.
Discorides médico de Claudio y Nerón, estudio las plantas medicinales de la cuenca mediterránea y compiló sus conocimientos en cinco volumenes que título "De materia médica". Con la caída del Imperio Romano muchos médicos huyeron a Constantinopla, continuando ahí con su labor. Se guardaron y tradujeron sus obras al árabe, lo que tuvo un impacto decisivo en la medicina árabe.
Avicena y la medicina árabe:
Médico árabe escribió "Canon de la medicina", libro fundamental en Francia, hasta muy entrado el siglo XVII.
Avicena pasó a la historia como el inventor del alambique y del método de extracción de destilación al vapor.
La Europa medieval y el Renacimiento:
Las plantas medicinales fueron la base de muchos remedios naturales que se utilizaban en la Edad Media, en numerosas ocasiones estos remedios fueron tachados de brujería.
En el siglo XII se implantó la aromaterapia traída de Oriente de manos de los médicos que desarrollaron su labor en las Cruzadas, que trabajaban junto a médicos árabes, de los que aprendieron la gran importancia de la higiene y de los aceites. Al regresar a Europa no solo trajeron los aceites esenciales, sino el conocimiento suficiente sobre la técnica de destilación para obtenerlos.
En los siglos siguientes las órdenes monástica siguieron manteniendo y ampliando los conocimiento sobre fitoterapia, dedicándose al cultivo de plantas medicinales y la preparación de remedios herbales.
Paracelso, médico suizo y alquimista, denominó "quitaesencia" a los aceite esenciales, que utilizó para crear y desarrollar su medicina a base de plantas.
En el siglo XVII, en los inicios de la Revolución Industrial, la población europea empezó a multiplicarse rápidamente, empeorando las condiciones sanitarias. Es a partir de esta época donde los aceites esenciales serán la base de los botiquines médicos y herbolarios.
Desarrollo contemporáneo de la aromaterapia.
En el siglo XIX se empieza a realizar diferentes investigaciones científicas sobre los aceites esenciales que conforman la aromaterapia actual.
René-Maurice Gattefossé se quemó un día la mano por accidente y de modo instintivo la introdujo en un recipiente que contenía aceite esencia de lavanda. Varias horas después, cual fue su sorpresa cuando vio que la quemadura cicatrizaba bien y no había inflamación. Se dio cuenta que lo que consideraba tan solo una esencia de perfumería tenía potentes efectos terapéuticos e inicio la investigacion de lo que hoy es la aromaterapia moderna. Durante la Primera Guerra Mundial Gattefossé empleo aceites esenciales para curar las heridas de los soldados.
La aromaterapia nos ayuda a sentirnos mejor física y emocionalmente. Sus principios activos naturales pueden proporcionarnos una solución para muchas de las afecciones que puede padecer el cuerpo, la mente y el espíritu.
Formas de utilización de los aceites esenciales: Podemos emplear difusores de esencias, velas perfumadas, baños aromáticos, inhalaciones, masajes reparadores, compresas calientes o frías. Los principios activos de los aceites esenciales son muy volátiles y llegan al cerebro en pocos segundos a través de la nariz.
Baño aromático:
En el baño caliente o frío los aceites esenciales se mezclan con el agua y penetran a través de los poros de toda la piel, además de inhalar los principios activos de los aceites.
Con el agua en la bañera añadir los aceites esenciales y remover enérgicamente para que se mezcle bien, justo en el momento en el que nos vayamos a meter, ya que se evaporan con rápidez por la temperatura del agua.
Si se trata de un baño relajante se pueden añadir sales de baño.
Si el objetivo es calmar una artritis o tratar una depresión, por ejemplo, lo mejor es darse primero una ducha, posteriormente llenar la bañera con agua caliente y aceites esenciales; ya que el jabón, el aceite vegetal o las sales de baño impiden que los poros absorban adecuadamente los principios activos.
Tiempos de reposo según el tipo de baño:
Estimulante: 20 minutos (baño con agua fría).
General: 30 minutos.
Depresión: 45 minutos.
Artritis, dolor muscular: 1 hora.
Relajante: entre 1 ó 2 horas.
Fátiga física o mental: entre 1 ó 2 horas.
Afrodisíaco: todo lo que se quiera.

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