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domingo, 19 de julio de 2015

Pranayama I

La práctica: 
Colocarse de pie o sentado con los pies cruzados (Sukhasana). 
Exhalar inmediatamente después de inspirar, empleando el mismo tiempo en ambos procesos. 
Imagen1No prolongar la menor, sino disminuir la mayor el tiempo de la menor; por ejemplo: si la inspiración es de 8 segundos y la exhalación es de 5 segundos, disminuir la inspiración a 5  segundos. 
Cuando se mantiene el mismo ritmo por mucho tiempo, aumentar 1 segundo. 
No llenar los pulmones al máximo ni hacer esfuerzos musculares. 
Repetir de 5 a 10 veces.
Beneficios: 
Aumenta la ingestión de oxigeno. 
Armonía física y mental. 
Longevidad por la habituación a la uniformidad en la respiración. Muchas personas tienen la inspiración o la exhalación más larga que la otra; esto produce falta de armonía física y mental, además de continuo desgaste del aparato circulatorio. 
Aumenta la calidad de la sangre, proporciona nutrición a todas las partes del cuerpo y sirve al propósito de reparar los tejidos. La pureza de esta sangre depende de la respiración. Por lo tanto, para aumentar la calidad de la sangre, necesitamos aumentar la capacidad respiratoria para saturar de oxigeno dicha sangre; ello proporciona buena salud y longevidad.
Sin contraindicaciones.

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