"Respiración diafragmática"
Tumbado en el suelo, boca arriba, doblar las piernas y acercar los talones hasta que estén en contacto con las nalgas; las plantas de los pies en el suelo.
Colocar la mano izquierda abierta sobre el ombligo. La mano derecha estirada a lo largo del cuerpo con la palma hacia arriba.
Inspirando lentamente y sin forzar, subir el ombligo con suavidad. Exhalar suavemente bajando el ombligo despacio.
Repetir esta respiración. Mínimo 10 minutos.
Los beneficios:

Fisiológicos: Proporciona un diafragma más flexible. Lo cual incrementa nuestra capacidad pulmonar. Realizando esta práctica estimulamos del área umbilical, aumenta el calor gástrico, mejorando el apetito y la digestión.
Neurológicos: Los ganglios nerviosos localizados detrás del ombligo se estimulan con esta respiración. Esto contribuye a la relajación de cuerpo y mente. Las tensiones que tienen lugar en la “boca” del estómago se reducen. Induce a un sueño profundo.
Psicosomáticos: Existe una interacción dinámica entre los estados mentales y el funcionamiento físico. Estas interacciones están conectadas tanto con los centros cerebrales como con ciertos órganos. Algunos de los órganos afectados por el stress son el corazón y los órganos abdominales. Por medio de este Pranayama IV, los órganos internos son masajeados, relajados, lo que puede conducir a una profunda relajación de cuerpo y mente.
Embarazo: Mediante el estiramiento y activación del diafragma y músculos inferiores, se puede realizar el parto sin dolor. Durante el embarazo, se debe incrementar la capacidad pulmonar y la oxigenación de la sangre. Por medio de este pranayama se puede mejorar la salud del feto. Durante el postparto, esta respiración ofrece estiramiento de la flácida pared abdominal, fortaleciendo la zona Pelícano Inferior y proporcionando relajación a la madre cansada.
Sin contraindicaciones.
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