1. Siéntate en Sukhasana.
2. Brazos en la espalda. Agarra coges la muñeca derecha con la mano izquierda.
3. Inspirando, giras hacia el lado derecho y exhalando acercas la frente hacia la rodilla. No fuerces, hasta donde llegues.
4.Vuelve mientras inhalas a la posición inicial y repite el proceso hacia el lado izquierdo.
5. Vuelve a la posición inicial y baja hacia el centro.
6. Repite cada ciclo derecha -izquierda-centro, tres o cuatro veces.
7. En la última, qué date respirando en el centro durante unos segundos. Relájate en cada exhalación, abandónate.
Beneficios:
Es una de las asanas más completas del Yoga. Fomenta la humildad, facilita el “dejarse ir” y disminuye el ego. Mejora la circulación de la columna vertebral y su musculatura. Masajea los órganos internos y elimina el material tóxico. Reduce la grasa abdominal y ayuda en el estreñimiento y flatulencia. Tiene efectos refrescantes y sedantes en el cerebro y cabeza. Ejercita articulaciones de hombros, brazos y columna.
Contraindicaciones:
Evitar realizar este asana si se tiene dolor agudo de cuello y espalda, hernia discal (cervical o lumbar) en fase aguda o de resolución, espondilosis cervical. Si hipertensión, problemas cardíacos severos, miopía importante o desprendimiento de retina o se padecen problemas serios del aparato digestivo o problemas abdominales.
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